Entre las últimas tendencias en el mundo de las dietas relacionadas con el desarrollo de hábitos de vida saludable y la salud, muy probablemente habrás oído hablar de la dieta atlántica, gracias a su protagonismo reciente por la combinación de una alimentación sana y, al mismo tiempo, alejada de renuncias y prohibiciones estrictas.
Por eso, hoy hemos decidido contar con la colaboración de Aurum Bienestar, entidad referente en la prestación de servicios médicos y de salud, para que nos aclare en qué consiste realmente la dieta atlántica y cuáles son sus principios básicos.
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En primer lugar, desde Aurum Bienestar consideran necesario que tengamos en cuenta que, a diferencia de otros regímenes alimenticios, la dieta atlántica se basa en el consumo preferente de productos frescos y de temporada, evitando al máximo la ingesta de productos industriales o procesados.
A partir de esta premisa, la dieta atlántica promueve una mayor presencia de pescado, marisco, hortalizas y verduras en nuestra alimentación, aunque sin renunciar totalmente a los nutrientes que contienen los lácteos, la carne o el aceite de oliva.
Como puedes observar, tanto por su nombre como por los principales productos que recomienda, esta dieta se asemeja mucho a los hábitos de alimentación tradicionales de diversas zonas geográficas de nuestro país, como Galicia y Asturias.
En este sentido, aunque no se trata estrictamente de una nueva forma de entender la alimentación, está alcanzando una considerable difusión por su capacidad para proporcionar a nuestro organismo los siguientes beneficios:
- Prevención de enfermedades cardiovasculares, principalmente por la mayor absorción de nutrientes presentes en el pescado y las verduras como el zinc o el selenio, que reducen el riesgo de daño celular.
- Disminución de los niveles de grasa corporal; siempre que trates de consumir estos productos con la menor elaboración posible, y preferiblemente crudos o a la parrilla.
- Reducción de los niveles de colesterol, gracias al incremento en el consumo semanal de pescado, aunque será conveniente limitar relativamente la presencia de marisco en las comidas.